segunda-feira, 3 de junho de 2013

El día de los locos

Esta festividad se pasa el domingo posterior al 13 de junio de cada año, en la iglesia de San Antonio, donde se inicia un paseo o desfile en el que se disfrazan hombres, mujeres y niños, coloridos como animales, políticos, travestis, etc. Son  disfraces hechos de ropa vieja, cajas de cartón, papel maché, cables, masking tape, y cualquier otro elemento a la mano que les sea de utilidad. Se representan a caricaturas del momento así como personajes extranjeros y celebridades de todo el mundo.
Los travestidos son tradicionales en el festival. Hombres vestidos de mujer, y mujeres vestidas de hombre, todos reunidos en el Día de los Locos. La gente también suele llevar labial o betún en las manos para ensuciar quien está pasando por la calle. Hay quien lleve bombos, tambores y cornetas y haga un verdadero carnaval.
 En este arbolado espacio, cientos de espectadores aguardan el arribo del desfile para aplaudir y celebrar a los más originales atuendos de los “locos” quienes, a su vez, tienen que pagar la aceptación del público lanzando todo tipo de dulces.
Al ir desfilando los participantes arrojan dulces a los espectadores por lo que el espectador experto prepara la sombrilla que ha llevado para cubrirse del sol, colocándola de manera inversa para cachar más dulces. Después del desfile, los locos vuelven a ser quien eran antes y todo vuelve a la normalidad.


 
Por Bruna Loria

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