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Hace muchos siglos peregrinos enfrentan una longa
caminada para ver y contemplar el lugar donde estaría enterrado el cuerpo del
apóstol Santiago, en Santiago de Compostela.
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De acuerdo con la
tradición, el apóstol Santiago plegó la palabra de Cristo en la Hispania
después de la muerte de Jesús. En su regreso a Judea, fue martirizado y su
cuerpo llevado de vuelta a Iberia y allí secretamente sepultado. La descubierta
de su tumba tendría se dado en el siglo nueve, por un ermitaño guiado por una
estrella (por eso el nombre Compostela, según historiadores), dando origen a
las peregrinaciones, con creyentes venidos de toda Europa cristiana, de Escandinavia
a Bretaña.
Hay muchos caminos que llevan a Santiago, pero lo más
tradicional es lo que cruza los Pirineos y se inicia en España a partir de
Roncesvalles, el llamado camino francés. Por él atravesaban cinco comunidades
autónomas españolas – Navarra, Aragón, La Rioja, Castilla y León y Galicia -,
total de 900 quilómetros. La ruta se quedó tan popular que un cierto código de
conducta fue creado, algo como un bisabuelo de los guías de viaje, el tomo 5
del Liber Sancti lacobi (El libro de
Santiago, también conocido como Codex
Calixtinus), con pormenores de las diversas regiones que el viajante
debería pasar, incluyendo pistas sobre alimentación y artes.
En el pasado, Santiago de Compostela competió con Roma
por lo puesto de principal polo de peregrinaciones en Europa. Hoy, se no atraer
multitudes, sigue popular, con personas recorriendo los caminos en bici, a
caballo, en moto y mismo en carro – sea por motivos religiosos, turísticos o
búsqueda de un desafío personal. Una excelente fuente de informaciones está en www.xacobeo.es, sitio oficial del gobierno
gallego, lleno de informaciones sobre puntos de interese, la red de albergues y
contactos con asociaciones de peregrinos.
Traducido y adaptado de
<http://viajeaqui.abril.com.br/cidades/espanha-santiago-de-compostela>